
Amé tu compañía, amé tus besos
tu mirada, tu piel
amé tu aroma y tu sonrisa
tu voz y tu cabello.
Desde el primer encuentro
mi mirada se fijo en ti
desde aquella noche
cuando tus labios se posaron en mi.
Atrevidas mis manos, pasearon por tus caderas
indecentes mis ojos, estudiaron tu geografía
bendita sea tu lengua, que me volvió adicto a ella
inmaculadas tus caricias que encendieron las estrellas.
GustavoGonzalez
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